Presentación de Ella para Ella.

Por Viviana Orozco.

Conocí a Tatiana en California, con amigos en común y con un timido intercambio de experiencias y vivencias, quer rapidamente se convirtio en una interacción muy natural.  Ademas de su sentido del humor  y su gentileza me parecio sumamente interesante su inteligencia, su capacidad de observación y sobre todo la atención con la que hacía las cosas. 

Los constantes viajes a la bahía y sus visitas a México fueron creando una amistad que aprecio mucho y sobre todo un lazo de admiración mutua.

Tatiana Toscano Sanchez

Assistant Director of School Partnerships at Seneca Family of Agencies

Contacto

Tatiana Toscano es una dedicada profesional en el campo de la salud mental, actualmente desempeñándose como subdirectora de las asociaciones escolares en el Área de la Bahía de California para Seneca, una organización de salud mental. En su rol, supervisa contratos y personal en varias escuelas, centrándose en estudiantes que enfrentan dificultades emocionales y de comportamiento, ayudándolos a acceder a la educación de manera segura y efectiva. Su trayectoria incluye una amplia experiencia como maestra de educación especial y administradora de casos, roles en los que trabajó durante seis años antes de avanzar hacia su posición actual.

Tatiana es una apasionada de su trabajo, algo que atribuye a los valores inculcados por su madre, quien siempre mostró una profunda disposición a ayudar a los demás. Estos principios, junto con su propia experiencia en el programa Upward Bound, formaron su compromiso de progresar junto a la comunidad, asegurando que nadie quede atrás.

Además de su labor profesional, Tatiana aboga por la introspección y el desarrollo personal constante, y reconoce la importancia de cuestionar los sistemas laborales que exigen demasiado a las mujeres, especialmente en el campo de la salud mental. En su vida personal, Tatiana es madre y ha pasado por retos como la depresión posparto, lo que le ha dado una perspectiva única y empática sobre la salud mental y el balance entre la vida personal y laboral. A pesar de las dificultades, sigue comprometida con su crecimiento, tanto profesional como personal, y busca inspirar a otros a confiar en sí mismos, aprender de sus errores y seguir adelante.

Además, Tatiana está explorando su lado creativo al trabajar en una historia corta inspirada en el festival musical de Avándaro y en el México de los años 60 y 70, mostrando su interés por la historia y la cultura de su país.

Trabajo para una organización de salud mental llamada Seneca. Soy subdirectora de nuestras asociaciones escolares en el Área de la Bahía de California; Mi trabajo es ayudar a supervisar los diferentes contratos y el personal que tenemos en varias escuelas. Trabajamos con estudiantes que luchan con la regulación emocional y conductual, específicamente porque afecta su seguridad y su capacidad para acceder a su educación. Al trabajar en la salud mental, he estado en diferentes posiciones, incluida la oportunidad de obtener mi licencia de maestra de educación especial. Fui maestra y administradora de casos durante 6 años. Cuando llegó la pandemia, trabajaba virtualmente con estudiantes, pero también fui mentora a maestros nuevos o aspirantes. Eso me llevó a la posición en la que estoy ahora.
 
Cuando estaba en la escuela secundaria, mi mamá me inscribió en un programa llamado Upward Bound. Era un programa para estudiantes desatendidos o solicitantes universitarios de primera generación. Cada año tenían diferentes temas. Una que me llamó la atención fue una cita de César Chávez: “No basta con progresar como individuos, mientras nuestros amigos y vecinos se quedan atrás.” Supongo que fue desde pequeña que adapté ese valor.
 
Mi mamá era, y sigue siendo, el tipo de persona que siempre ayuda cuando puede. Ella siempre alquilaba la habitación a amigas o amistades que necesitaran un lugar seguro donde quedarse por un corto tiempo. O encontraba cosas como muebles o bienes que estaban siendo desechados y los arreglaba para dárselos a la gente. Hizo todo esto como madre soltera, con dos trabajos y dos hijos. Cuando era niña, nunca pensé en las luchas que enfrentaba, sólo sabía que ella siempre hacía todo lo posible para ayudar.
 
Es necesario tener mucha introspección para poder mantenerse en este tipo de trabajo. Uno debe ser capaz de comprender cómo sus propias experiencias influyen en cómo responder a los momentos duros. Uno tiene que poder comunicarse con personas diferentes de una manera efectiva y clara. Uno tiene que ser flexible. Tienes que reconocer tus propios prejuicios y privilegios y trabajar. Tienes que mantener límites saludables. ¡Yo no hago ninguna de esas cosas naturalmente! No soy perfecta. Cada día trabajando en mejorar en cada de estas áreas y más. Espero que en los últimos 10 años he crecido y madurado. Creo que gracias a mi trabajo he podido interactuar mejor con la gente en mi vida personal tambien.
 
He trabajado con estudiantes y familias durante largos períodos de tiempo y me encanta ver su crecimiento. Puede que no se pueda medir en pruebas estandarizadas, pero ver la confianza si un estudiante o un padre estuviera preparado para hacer preguntas y defender a su hijo o una alumna que quizás no tenía confianza en ella misma, unirse a un club en la escuela o incluso comenzar a hacer amigos de forma independiente. … es un sentimiento increíble.
 
La salud mental se encuentra en un lugar interesante en este momento. Tradicionalmente, “el sistema” ha dependido de que las personas -principalmente las mujeres- se dediquen por completo a su trabajo para que éste pueda sostenerse. Eso conduce a cosas como depresión, agotamiento, abuso de sustancias o cosas peores. Es genial tener pasión y dedicación pero también está bien cuestionar el sistema. De hecho, esa es la única manera de que el sistema cambie. Retroceda cuando algo no te sienta bien. Di “no” si no tienes el tiempo, el espacio o la energía para hacer algo. Muchas veces, las mujeres sienten que necesitan hacer trabajo extra o cubrir a otros para demostrar que pueden trabajar bien en equipo (incluyéndome a mí), pero eso es una forma de autosabotaje. Pero no es sostenible. Como mujeres, especialmente de color, siempre sentimos que debemos tener una buen excusa or razón por hacer algo de una manera or otra. O pensamos que tenemos que pedir permiso para dar sugerencias o criticar algo. Si has invertido tiempo, confía en ti mismo. Si cometes un error, hazte cargo. Aprender de ello. Y sigue adelante. Y si no les gusta a la gente, como digamos en inglés, “Oh well.”
 
Este es uno con el que lucho a diario. Una mujer que es directora ejecutiva en mi trabajo, y alguien a quien yo consideraría como una mentora, me animó a postularse para esta posición que tengo hoy. Como yo tomé más tiempo de lo normal fuera del trabajo después de que nació mi hija, y me estaba recuperando de la depresión posparto tenía muchas dudas y ansiedad sobre de mis habilidades. No solo eso, también tenía pensamientos intrusivos que pensamientos intrusivos que decían cosas como que era una hipócrita por haber tenido problemas con la salud mental o que era incapaz porque todas las otras mujeres que tenían hijos pudieron volver a trabajar de inmediato. No sentí que hubiera ganado ni siquiera al intentar aplicar la poción porque había tomado tiempo adicional.
 
Cuando era más joven, tuve un problema con una supervisora que vigilaba mi ropa. Ella me dijo que era demasiado sexual porque un día usé un vestido (con medias) para ir a trabajar. Otras veces, he trabajado con maestros o directores que hablaban por encima de mí o cuando tenía reuniones con ellos no me daban su atención. A veces dejaría que eso me molestara, pero he aprendido que la gente se siente incómoda con las preguntas directas. Entonces, aprende usar frases de observación, por ejemplo, “Estoy notando que estás ocupado en este momento. No hay problema si quieres que vuelva en un momento en el que puedas brindarme toda tu atención”. O: “Estoy notando que tienes mucho qué quieres compartir conmigo. ¿Quieres compartir primero? De esa manera te sentirás escuchado y luego puedo compartir yo después sin interrupciones”. No es fácil de hacer. Me tiembla la voz pero lo digo de todos modos.
 
Ya no sigo la política tan de cerca como antes. Sé que mucha gente se horrorizaba ante eso, pero creo que en esta época de mi vida tengo que proteger mi paz lo mejor que pueda. Intento estar al tanto de las tendencias y la literatura sobre salud mental, pero sólo hasta cierto punto. La mayor parte de mis lecturas de estos días las he realizado con audiolibros. ¡Con una niña de dos años no tengo tiempo para sentarme con un libro actual! En el tiempo libre que tengo quiero leer cosas que me entretengan o me den esperanza o una perspectiva positiva.
 
Nuevamente, estando en mi era de mamá, creo que la educación materna es muy importante. A nosotras, como mujeres, se nos ha impedido sistemáticamente conocer nuestros cuerpos y ese conocimiento es poder.
 
¡Estoy trabajando en una historia corta! Durante la pandemia vi el documental de Netflix “Rompe Todo” y me inspiré para escribir una historia sobre el festival musical de Avándaro. He pasado algún tiempo investigando a México en los años 1960 y 1970, política, social y económicamente. Ha sido fascinante. ¡Algún día haré realidad la historia completa!
 

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