Conocí a Mariana por medio de threads, esta red social creada por meta, para los que no nos sentimos cómodos con la crudeza e intensidad de X (antes twitter),  una joven escritora promesa de la qué estoy segura escucharemos muchísimo en los próximos años.

Mariana Narváez

Escritora & Diseñadora

Contacto

Mariana Narváez nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y desde pequeña encontró refugio en las palabras. Estudió Diseño de Interiores en la Universidad de Monterrey (UDEM), pero su verdadera pasión siempre fue la escritura. Comenzó con cuentos cortos, explorando historias en talleres de creación literaria, hasta que dos de sus relatos encontraron un hogar en las antologías de Editorial Escalante. Fue parte de la presentación de Cuentos de Amor y Deseo en el Palacio de Bellas Artes, un momento que confirmó lo que ya sabía: escribir era su forma de habitar el mundo.

Hoy, su poesía camina entre la nostalgia, la mujer y el amor, bajo el seudónimo Migajas de Ayer. Cuando no está escribiendo, está leyendo, perdida entre las páginas de algún libro. Vive en la Ciudad de México, rodeada de sus plantas, su colección de tazas y su gata Nina, quien, como ella, entiende que los espacios se llenan mejor con historias.

Crecí en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Estudié la Licenciatura en Diseño de Interiores en la Universidad de Monterrey (UDEM). Empecé escribiendo cuentos cortos y participé en talleres de creación literaria, dos de mis cuentos fueron seleccionados para su publicación en las antologías de Editorial Escalante y fui parte de la presentación de la antología Cuentos de amor y deseo en el Palacio de Bellas Artes. En 2023 autopubliqué el poemario Ciento Veintiún noches sin dormir, que recopila una colección de poesía de amor y desamor. En junio de 2024 publiqué de forma independiente mi primera novela Cuando los helechos se mueren, una historia de un corazón roto y el proceso que nos lleva sanarlo. Actualmente escribo poesía inspirada en la nostalgia, la mujer y el amor bajo el seudónimo de Migajas de Ayer. En años recientes dirigí un taller de poesía inspirado en el café. Cuando no estoy escribiendo estoy leyendo. Vivo en la Ciudad de México con mi gata Nina, mis libros, mi colección de tazas y mis plantas.
 
Perder el miedo. No estudié literatura por puro miedo, cuando por fin me armé de valor para seguir mi vocación todo empezó a fluir. No me arrepiento de haber estudiado diseño porque desarrollé mi creatividad y ahora tengo muchas herramientas que son de mucha ayuda para enriquecer mis proyectos literarios. Leer a escritoras también fue un gran motor para decidirme a empezar a publicar lo que escribía.
 
Mi abuela materna es la persona más lectora que conozco. Ella siempre ha sido mi mayor apoyo e inspiración para escribir, si me decidí a perseguir esta carrera fue por ella, porque quería cumplir el sueño que las dos teníamos para mí.
 

Lo que viene después de escribir un libro. Disfruto mucho el proceso creativo de crear pero se me dificulta mucho el vender mis proyectos. Superar ese miedo al fracaso ha sido mi mayor reto, creo que muchos creativos somos malos vendiendo nuestras obras.

La publicación de mi primera novela Cuando los helechos se mueren. Cada vez que veía a mi abuela y le enseñaba algo que había escrito me preguntaba, ¿para cuando la novela? Pronto, le contestaba, sin realmente saber cuándo llegaría ese pronto. Hace poco más de dos años por fin le puse el punto final a mi novela.
 
Perder el miedo al “qué tal que todo sale mal” y decidirse a dar el primer paso. No tiene que ser un gran paso, todo cuenta. En la actualidad podemos aprovechar el poder de las redes sociales para crear cosas increíbles y rodearnos de personas que puedan apoyarnos, en especial de otras mujeres.
Todos los días. Por mucho tiempo me costó trabajo creerme escritora, sentía que no me merecía el título, fue un tema que tuve que trabajar en terapia. Un amigo una vez me dijo “¿por qué si todos creen que eres escritora te cuesta tanto trabajo creértelo a ti? Mi mejor forma de enfrentarlo es escribiendo.
 

Creo que las mujeres hemos tenido que ganarnos el lugar que nos merecemos. Muchas veces he recibido comentarios como “no te preocupes, estás bonita, algún compañero te va a ayudar”. Afortunadamente crecí en una familia que siempre apoyó cada idea creativa y loca que tuve.

Me encanta leer, siempre traigo un libro en la bolsa. Procuro que la mayoría de los libros que leo sean escritos por mujeres. También estoy en dos clubes de lectura y me gusta tomar talleres creativos de vez en cuando.
 
Me encantaría ayudar a que escritoras que no tengan la posibilidad de publicar sus obras puedan cumplir con este sueño.
 

Tener una pequeña librería con un café.

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