Por Viviana Orozco / Ella

Libre y Loca se convirtió en mi compañía durante una época muy confusa de mi vida, cuando, entre dudas, miedos y mucha falta de claridad, me sentía un poco perdida y sola.

En una sesión, por recomendación de mi terapeuta, llegó Roberta, con su voz suave, sus palabras profundas, un corazón herido, con muchas ganas de cuestionarlo todo, vulnerable, abierta. Conecté inmediatamente con esa chica de melena salvaje y castaña, con sus reflexiones crudas y su suavidad irresistible, un crucial recordatorio de abrazar muchas partes de mí que intentaba no sacar a relucir. Libre y Loca fue la excusa perfecta para dejarme ser.

En las siguientes semanas, me devoré los episodios de la primera temporada; el podcast fue mi acompañante permanente en un proceso donde comencé a ver con más claridad y a sentirme más fuerte. Así fue como Libre & Loca me encontró, un podcast que ha acompañado el camino hacia una versión de mí que actualmente me gusta mucho.

Roberta Woodworth es una joven mujer con un alma y una forma de hablar que sugieren que 100 vidas han pasado por ella. Genuina, valiente, vulnerable y auténtica, Roberta se presenta como la capitana de una nave que nos lleva a través de reflexiones, pensamientos, cuestionamientos e ideas que navegamos como olas, en compañía de su voz. Al escuchar sus anécdotas, es imposible no conectar con las emociones y sentimientos que expone.

Tratando temas que normalmente no abordamos de manera tan vulnerable, Roberta ha sabido crear una comunidad donde se desenredan cuestiones y argumentos que no siempre nos atrevemos a plantear, enfocándose en las emociones, las relaciones, el amor propio, los límites, la amistad y otras vivencias que nos hacen humanos. Sin caer en el típico podcast psicológico o de autoayuda, Libre y Loca es para mí un santuario donde las ideas y el cuestionamiento fluyen como un río. Es un espacio donde el amor propio se fortalece, y donde descubrí que mi miedo a la soledad no era más que desconocimiento. Ahora lo cambié por solitud, algo que disfruto, que me acompaña y me da el espacio para hacer y crear las cosas que me dan forma.

Háganse un favor y únanse a este grupo de Libres y Locos que viajan por el mundo junto a Roberta, encontrándose y reinventándose las veces que sea necesario.

Besos.